JUSTIFICACIÓN
La Musicoterapia Neuromotriz como prefiero denominarla,
es una herramienta que he creado para favorecer el desarrollo
integral de las personas, sobre todo de aquellas en las cuales este
desarrollo está más afectado por alguna circunstancia.
Mi formación especifica junto al interés absoluto y único de mi
mirada hacia un objetivo en cada paciente ha hecho surgir este texto.
El objetivo ha sido, y es, intervenir con toda la eficacia
posible sobre la plasticidad cerebral de cada persona a pesar de sus
imposibilidades físicas de movimiento, porque sé que el movimiento
es la base para el aprendizaje. Otro objetivo principal ha sido mantener
en todo momento un contexto lúdico, porque sé que el aprendizaje
y la memoria de este no es posible en condición de estrés.
Pero la Musicoterapia Neuromotriz no es solo una serie de simples
ejercicios sino que su elección y el uso de los instrumentos y
materiales de una determinada forma está justificado por un test
de reflejos que se le hace al paciente al comenzar la terapia, por las
pruebas del esquema corporal y equilibrio, por los test kinesiológicos,
por pruebas de discriminación auditivas y visuales… Esto es
posible porque toda mi formación académica y profesional ha sido
orientada hacia un único medio en relación con el todo: el cuerpo.
Un libro no puede contener toda la esencia de esta amplia disciplina,
así que he optado por mostrar la parte más visible, la más
clara, la más expositiva del trabajo, dejando la teoría para los cursos
formativos para los cuales este manual sirve de guía.
Me mueve la misma idea de cuando he empezado a resplandecer
de entusiasmo por los logros que no imaginaba: «Esto puede ser
útil a muchas personas en el mundo». No ya porque es especial sino
porque es tan sencillo y fácil de emplear que cualquier profesional
de la educación terapeuta o psicomotricista puede servirse para lograr
la atención participativa del paciente, aunque sea solo a veces.
Durante estos años he conversado con algunos fisioterapeutas,
neurólogos, osteópatas… y he encontrado resonancia a través de
esta disciplina. Os expongo una pequeña descripción de lo que
constituye la Musicoterapia Neuromotriz: la Musicoterapia y la estimulación
neuromotriz.
Definición
La Musicoterapia es la utilización de la música y/o de los elementos
musicales (sonido, ritmo, melodía y armonía) por un Musicoterapeuta
cualificado con un paciente, o un grupo de pacientes, en
un proceso para facilitar y promover la comunicación, la relación, el
aprendizaje, la motricidad, la expresión, la organización y otros objetos
terapéuticos relevantes con el fin de satisfacer las necesidades
físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas.
Federación Mundial de Musicoterapia
¿Qué es la intervención neuro-motriz?
En los últimos años ha habido un gran desarrollo en la investigación
del cerebro. Estos estudios corroboran la enorme plasticidad
del cerebro y que puede ser moldeado y reestructurado, y que el
aprendizaje puede cambiar las conexiones neurológicas.
El sistema nervioso está formado casi por 100 000 millones de
neuronas o células nerviosas. Para permitir que la información pase
de un extremo a otro del sistema nervioso central, las neuronas se
unen entre sí formando sinapsis.
El tratamiento consiste en estimular el desarrollo de las capacidades
requeridas por medio de ejercicios motrices y cognitivos, los
cuales estimulan y desarrollan la comunicación entre los centros
funcionales cerebrales. A su vez esto provoca la creación de nuevas
conexiones neuronales.
Los problemas más comunes son la falta de conexión entre los
dos hemisferios (cruce de la línea media), acceso al lenguaje, memoria
a corto plazo o de trabajo, nomenclatura y percepción auditiva
y visual.
Cuando una persona tiene un problema de cruce de la línea media,
realizando ejercicios que exigen el uso coordinado de ambos
lados del cuerpo, se refuerzan las conexiones existentes entre ambos
hemisferios, o incluso genera nuevas conexiones, favoreciendo 11
el uso coordinado de estos. Diversos problemas del niño, aparentemente
no relacionados, desaparecen.
Ahora sí, solo puedo dar las gracias a todas las personas y profesionales
que han confiado en mi labor y en mi persona.
¡Que podáis disfrutar viendo cómo vuestros niños (aunque tengan
80 años), vuestros pacientes especiales, se hacen cada vez más hábiles
en algo!
¡Que podáis sonreír desde el corazón como yo sonrío!
Que podáis asistir a milagros delante de vuestros ojos y que sepáis
en todo momento que solo es el proceso de la otra persona,
que siempre somos testigos, ayudantes afortunados de tener tan
valiosa misión en este momento.
Gracias a cada lector.
Muchas gracias.
INTRODUCCIÓN
Creo profundamente que cada persona es única y el abordaje terapéutico y educativo hacia ella debería ser absolutamente holístico y adaptado, o mejor, creado específicamente para la persona con la cual intervenimos.
Y así han surgido las prácticas que deseo compartir con vosotros: desde la improvisación, desde la pura observación y la experimentación, pero sobre todo, desde la confianza que el otro, el niño, la persona, me iba a dar las instrucciones para seguir avanzando en su propio especial presente – proceso.
No obstante he averiguado que algunas prácticas con instrumentos musicales o, mejor aun, la aplicación de algunos principios de neurodesarrollo y gimnasia cerebral y otras disciplinas a la práctica de musicoterapia, sirven para muchas personas y para reforzar diferentes habilidades.
La práctica repetida y la constatación de su resultado me lleva a publicar unos ejercicios para que otras personas puedan utilizarlos en su rutina de trabajo.
He notado que unir la voz y el sonido de los instrumentos a movimientos que están pensados para el desarrollo neuronal, facilita el aprendizaje en modo global.
Esta exposición no pretende ser un ejemplo de intervención terapéutica, sino que representa una muestra cualitativa del trabajo que desarrollo en Musicoterapia Neuromotriz. No solo la sesión se compone de estos ejercicios ya que no existe aprendizaje si hay por ejemplo un bloqueo emocional. En una sesión de musicoterapia, por ejemplo trabajaría primero el bloqueo emocional con otras herramientas y, después, procedería a los ejercicios específicos para cada persona. Aun así pienso que estas prácticas son en sí mismas un buen recursos para los profesionales de la educación infantil y primaria y una base para otros terapeutas que deseen emplear los instrumentos musicales para reforzar la atención de las personas, niños.
Me parece interesante destacar que la descripción de estas prácticas solo constituye el 20 % del trabajo. Se podría afirmar que es el cuerpo físico sin el alma. Esta última reside en la magia de la relación que se crea momento tras momento y en la continua improvisación creadora que está siempre viva y a través de la cual han nacido estas prácticas también.
Los niños, con las capacidades propias de cada uno, aprenden de nosotros los terapeutas y los educadores a través de la imitación.
Y qué más podemos hacer nosotros que imitarles para sentir como ellos sienten, estar o moverse como ellos están y se mueven.
Hasta ahora se ha visto la respuesta al movimiento o a través del movimiento como una manera de compensar desequilibrios a varios niveles: sensoriales, emocionales, vestibulares, de sistema nervioso…
En realidad, si consideramos el movimiento como lo que es entonces podemos verlo como la más primordial forma de acercamiento al medio, de relación con lo que está fuera y sobre todo la emoción que lleva el movimiento consigo: el afán de tomar algo para uno mismo, de dejar lo que no nos gusta, de huir de lo que tememos.
Podemos ver que el movimiento, más allá de estar relacionado con nuestro desarrollo neuronal y de consecuencia muscular y sensorial, tiene en su base una motivación primaria relacional que se mantiene «activa» toda la vida.
Estas prácticas no son deberes que he hecho en casa, sino que la relación terapéutica me las ha dado, como un regalo que ha venido a mí. Así os lo transmito.
Son muy sencillos, pero como dice Jorge Ramón Gomariz, una persona que aprecio mucho en este momento de mi vida: «Cuando la conciencia está desplegada, un pequeño estímulo puede producir una gran resonancia».
Que no critiquéis el trabajo de nadie, excepto el vuestro propio. Y sí, ¡desplegad vuestra conciencia, trabajad para que también se despliegue la de las personas con las que tenéis oportunidad de vivenciar vuestro aprendizaje!
¡Que el amor os llegue siempre allá donde estéis!
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